" La arqueología, los orígenes rara vez son hermosos,  pues los 
pensamientos no remontan a un sujeto fundador de la verdad o a una 
complicidad inicial con la fresca realidad del mundo; (...) El 
poder , la lucha de clases, el monoteismo, el bien, el 
liberalismo, el socialismo:  todas las grandes ideas  en las 
cuales creemos o hemos creído son productos de nuestro pasado: existen, son reales en el sentido de que algunas de ellas se han 
impuesto entre nosotros como obligándonos a creer y a obedecer: no están, sin embargo,  fundadas en verdad . (...)  
Foucault piensa en la palabra de Nietzsche, " todos los conceptos son evoluciones ".  Por lo tanto, se propone "soslayar en la medida de lo posible 
los universales antropológicos para interrogarlos en su constitución 
histórica", rastrear en los archivos de la humanidad para encontrar 
los complicados y humildes orígenes de nuestras condiciones elevadas. (...)
 Si los conceptos son evoluciones, devenires,  las realidades
 son evolucionadas también.  Proceden del mismo caos humano. De 
igual modo,  no derivan de un origen,  sino que se han formado por
 epígénesis, por adicciones y modificaciones, (...); no tienen un 
crecimiento natural como las plantas,  no desarrollan lo que habría 
preexistido en un germen, sino que se han construido con 
el paso del tiempo por grados imprevisibles, bifurcaciones , accidentes, encuentros con otra clase de azares, hacia un desenlace no menos imprevisto. "
 Paul Veyne
Imagen: EduardoArroyo

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