"Vamos a tomar prestada una idea de Nietzsche y definiremos a las 
personas vitalistas como aquellas que aman la vida no porque están 
acostumbradas a vivir, sino porque están acostumbradas a amar. Estar 
acostumbrada a vivir significa que la vida es algo conocido, que sus 
presencias, sus gestos, sus sucesiones se repiten y ya no sorprenden. 
Amar la vida porque estamos acostumbradas a vivir es amar lo que ya 
hemos vivido. En cambio, amar la vida porque estamos acostumbradas a 
amar no nos remite a una vida repetitiva. Lo que se repite es el impulso
 por el cual nos unimos a las ideas, a las cosas y a las personas; no 
podemos vivir sin amar, sin desear, sin dejarnos llevar por el 
movimiento mismo de la vida. Amar la vida es aquí amar el cambio, la 
corriente, el movimiento perpetuo. La persona vitalista no ha 
domesticado la vida con sus costumbres, porque sabe que la vida es mucho
 más fuerte que una misma”
Maite Larrauri de "El deseo según Deleuze "  
Imagen: Max
lunes, 18 de octubre de 2021
Ama la corriente
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)

No hay comentarios:
Publicar un comentario