TATUAJE
Wallace Stevens
Imagen: Man-Ray
" (...) El colegio es un
campo de batalla al que los niñxs son enviadxs con su cuerpo blando y su
futuro en blanco como únicos armamentos, un teatro de operaciones en el
que se libra una guerra entre el pasado y la esperanza. El colegio es
una fábrica de machitos y de maricas, de guapas y de gordas, de listos y
de tarados. El colegio es el primer frente de la guerra civil: el lugar
en el que se aprende a decir nosotros no somos como ellas. El lugar en
el que se marca a los vencedores y a los vencidos con un signo que se
acaba pareciendo a un rostro. El colegio es un ring en el que la sangre
se confunde con la tinta y en el que se recompensa al que sabe hacerlas
correr. Qué importa los idiomas que se enseñen allí si la única lengua
que se habla es la violencia secreta y sorda de la norma. Algunos como
Alan, sin duda los mejores, no sobreviven. No pueden unirse a esa
guerra.
La escuela no es
simplemente un lugar de aprendizaje de contenidos. La escuela es una
fábrica de subjetivación: una institución disciplinar cuyo objetivo es
la normalización de género y sexual. El aprendizaje más crucial que se
exige del niñx en la escuela, sobre el que se asienta y del que depende
cualquier otro adiestramiento, es el del género. Eso es lo primero (¿y
quizás lo único?) que allí vamos a aprender. Fuera del ámbito doméstico,
el colegio es la primera institución política en la que el niñx es
sometido a la taxonomía binaria del género a través de la exigencia
constante de nombramiento e identificación normativos. Cada niñx debe
expresar un único y definitivo género: aquel que le ha sido asignado en
su partida de nacimiento. Aquel que corresponde a su anatomía. El
colegio potencia y valora la teatralización convencional de los códigos
de la soberanía masculina en el niño y de la sumisión femenina en la
niña, al mismo tiempo que vigila el cuerpo y el gesto, castiga y
patologiza toda forma de disidencia. Precisamente porque es una fábrica
de producción de identidad de género y sexual, el colegio entra en
crisis cuando se la confronta con los procesos de transexualidad. Los
compañeros de Alan le exigían que se subiera la camiseta para que
probara que no tenía pecho. Le insultaban llamándole marimacho o
negándose a llamarle Alan. No hubo accidente, sino planificación y
concierto social al administrar el castigo al disidente. No hubo
excepción, sino regularidad en la tarea llevada a cabo por las
instituciones y por sus usuarios para marcar a aquel que pone su
epistemología en cuestión.
(...)
Imagen: Arthur Leipzig
El ángel
Al amanecer,
cuando la dureza del día es aún extraña,
vuelvo a encontrarte en la precisa línea
desde la que la noche retrocede.
Reconozco tu oscura transparencia,
tu rostro no visible,
el ala o filo con el que he luchado.
Estás o vuelves o reapareces
en el extremo límite, señor
de lo indistinto.
No separes
la sombra de la luz que ella ha engendrado.
José Ángel Valente
Imagen: Ródchenko
Aún humea
la taza de té
ya vacía.
"Cuando hablamos de lo sagrado en el haiku, o en cualquier camino espiritual
serio, conviene destacar el protagonismo de la naturaleza en su manifestación de vida y silenciar a nuestro ego ansioso de reconocimiento, que puede buscar en ello un sucedáneo de las carencias emocionales no satisfechas".
"Surge como un requisito de lo sagrado, primordial para escribir haiku, este quitarse de en medio, desaparecer como autor "
"La realidad se manifiesta y se despliega en un abanico de matices. Cuando decimos “todas las cosas” queremos ampliar el significado de la palabra belleza: tanto el ocaso, la luna o la nieve como el retrete, la alcantarilla o la verruga".
"Desde este sentido, el haiku se convierte en un canto de gratitud ante el regalo de la naturaleza que se desnuda para mostrarnos su esplendor. Como gesto de cortesía, nos corresponde desnudar nuestro ego, orear nuestra vanidad y despertar de nuestro sueño habitual."Imagen y textos: Grego Dávila
"El éxito de una revolución no reside sino en ella misma, precisamente en las vibraciones, los abrazos, las aperturas que ella dio a los hombres en el momento en que se hacía, y que componen en sí un monumento siempre por venir, como esos túmulos a los que cada nuevo viajero aporta una piedra. La victoria de una revolución es inmanente, y consiste en los nuevos lazos que instaura entre los hombres, aun cuando estos no duren más que su materia en fusión y rápidamente dejen lugar a la división, a la traición."
Deleuze y Guattari
Imagen: Andy Goldworthy
"Si la identidad consiste en un juego, en un procedimiento para fomentar relaciones sociales y de placer sexual que determinen nuevos vínculos amistosos, entonces es útil. Ahora bien, si la identidad se convierte en el problema capital de la vida sexual, si la gente cree que ha de descubrir su propia identidad y que esta identidad ha de erigirse en norma, principio y pauta de existencia; si la pregunta que se formulan de continuo es: "¿Actúo de acuerdo con mi identidad?", entonces retrocederán a una especie de ética semejante a la de la virilidad heterosexual tradicional. Si hemos de pronunciarnos respecto a la cuestión de la identidad, hemos de partir de nuestra condición de seres únicos. Las relaciones que debemos trabar con nosotros mismos no son de identidad, sino más bien de diferenciación, creación e innovación. Es un fastidio ser siempre el mismo. No debemos descartar la identidad si a través de ella obtenemos placer, pero nunca debemos exigir esa identidad en norma ética universal."
Foucault
Imagen: Hannah Hoch
Trece maneras de mirar un
mirlo
1
Entre veinte cerros nevados
lo único que se movía
era el ojo de un mirlo.
2
Yo era de tres pareceres,
como un árbol
en el que hay tres mirlos.
3
En el viento de otoño giraba el mirlo.
Tenía un papel muy breve en la pantomima.
4
Un hombre y una mujer
son uno.
Un hombre y una mujer y un mirlo
son uno.
5
Yo no sé si prefiero
la belleza de las inflexiones
o la belleza de las insinuaciones,
si el nido silbando
o después.
6
El hielo cubría el ventanal
de cristales bárbaros.
La sombra del mirlo
lo cruzaba de un lado a otro.
La fantasía
trazaba en la sombra
una causa indescifrable.
7
Oh, delgados hombres de Haddam,
¿por qué imagináis pájaros dorados?
¿No veis cómo el mirlo
anda entre los pies
de las mujeres que os rodean?
8
Conozco nobles acentos
e inevitables ritmos lúcidos;
pero también conozco
que el mirlo anda complicado
en lo que conozco.
9
Cuando el mirlo se perdió de vista
señaló el límite
de un círculo entre otros muchos.
10
Al ver mirlos
volar en la luz verde,
hasta los charlatanes de la eufonía
gritarían agudamente.
11
Viajaba por Connecticut
en un coche de cristal.
Una vez le entró el miedo,
por haber confundido
la sombra de su equipaje
con mirlos.
12
El río se mueve.
Estará volando el mirlo.
13
Toda la tarde fue de noche.
Nevaba,
iba a seguir nevando.
El mirlo se detuvo
en la rama del cedro
Wallace Stevens
Imagen: Fred Hatt
Imagen: Juan Gris
"Vamos a tomar prestada una idea de Nietzsche y definiremos a las
personas vitalistas como aquellas que aman la vida no porque están
acostumbradas a vivir, sino porque están acostumbradas a amar. Estar
acostumbrada a vivir significa que la vida es algo conocido, que sus
presencias, sus gestos, sus sucesiones se repiten y ya no sorprenden.
Amar la vida porque estamos acostumbradas a vivir es amar lo que ya
hemos vivido. En cambio, amar la vida porque estamos acostumbradas a
amar no nos remite a una vida repetitiva. Lo que se repite es el impulso
por el cual nos unimos a las ideas, a las cosas y a las personas; no
podemos vivir sin amar, sin desear, sin dejarnos llevar por el
movimiento mismo de la vida. Amar la vida es aquí amar el cambio, la
corriente, el movimiento perpetuo. La persona vitalista no ha
domesticado la vida con sus costumbres, porque sabe que la vida es mucho
más fuerte que una misma”
Maite Larrauri de "El deseo según Deleuze "
Imagen: Max
Así, pues, esto es el Himalaya.
Montañas corriendo hacia la luna.
El instante del despegue detenido
en un cielo rasgado.
Un desierto de nubes lleno de agujeros.
Un golpe en la nada.
El eco: un mudo blanco.
Silencio.
Yeti, abajo es miércoles,
hay abecedario y pan,
dos y dos son cuatro,
y la nieve se funde.
Hay una manzana roja
partida en cuatro.
Heredamos la esperanza,
regalo del olvido.
Verás cómo entre ruinas
parimos niños.
Yeti, tenemos a Shakespeare.
Yeti, tocamos el violín.
Yeti, al anochecer
prendemos la luz.
Imagen: Domenico Veneziano
las
piedras están llenas de entrañas. bravo. bravo.
las piedras están llenas de aire.
las piedras son ramas de agua.
En la piedra que ocupa el lugar de la boca brota
una hoja espinosa.
bravo.
una voz de piedra está mano a mano y pie a pie
con una mirada de piedra.
las piedras son atormentadas como la carne.
las piedras son nubes
porque su segunda naturaleza
les baila en su
tercera nariz. bravo. bravo.
cuando las
piedras se rascan les crecen uñas en las raíces.
bravo. bravo.
las piedras tienen orejas para comer la
hora exacta.
JEAN ARP
" La arqueología, los orígenes rara vez son hermosos, pues los
pensamientos no remontan a un sujeto fundador de la verdad o a una
complicidad inicial con la fresca realidad del mundo; (...) El
poder , la lucha de clases, el monoteismo, el bien, el
liberalismo, el socialismo: todas las grandes ideas en las
cuales creemos o hemos creído son productos de nuestro pasado: existen, son reales en el sentido de que algunas de ellas se han
impuesto entre nosotros como obligándonos a creer y a obedecer: no están, sin embargo, fundadas en verdad . (...)
Foucault piensa en la palabra de Nietzsche, " todos los conceptos son evoluciones ". Por lo tanto, se propone "soslayar en la medida de lo posible
los universales antropológicos para interrogarlos en su constitución
histórica", rastrear en los archivos de la humanidad para encontrar
los complicados y humildes orígenes de nuestras condiciones elevadas. (...)
Si los conceptos son evoluciones, devenires, las realidades
son evolucionadas también. Proceden del mismo caos humano. De
igual modo, no derivan de un origen, sino que se han formado por
epígénesis, por adicciones y modificaciones, (...); no tienen un
crecimiento natural como las plantas, no desarrollan lo que habría
preexistido en un germen, sino que se han construido con
el paso del tiempo por grados imprevisibles, bifurcaciones , accidentes, encuentros con otra clase de azares, hacia un desenlace no menos imprevisto. "
Paul Veyne
Imagen: EduardoArroyo
" (.. ) hay que sacar algo que uno lleva en la piel, que hay que purgarse para escapar de algo que está impregnado en el aire, en el tiempo. Todo este rodeo para decir esto –que creo que es una idea que está en Deleuze–: uno guerrea contra sí mismo. Cuando uno piensa está en guerra contra sí mismo... Los poderes nos atraviesan, la mediósfera
nos atraviesa, las parálisis, las tristezas fabricadas socialmente..., son todos elementos que nos hacen luchar contra nosotros mismos.Pero creo que hay maneras distintas de luchar. Una es extrínseca-mente: determinás un enemigo y él siempre está afuera, y vos estás del lado bueno. Allá está el mal, y acá el bien. Vos sos del partido de la alegría, contra el partido de la tristeza. El partido de la colectividad, contra el del individualismo. Es muy fácil esta forma, pero es inocua, porque estas atmósferas en realidad atraviesan todo, no hay un afuera, una extraterritorialidad a partir de la cual se pueda ‘juzgar’ el mundo o rechazarlo. Más bien hay cosas que se deben atravesar. Hay una manera que es luchar contra, pero desde el comienzo en ese “contra” existe una dialéctica un poco viciada. Y la otra es, creo, meterse para salir por otro lado. Me gusta la imagen de Mil Mesetas sobre la gente que necesitó hacer un agujero en la montaña para salir del otro lado. "
Peter Pál Pelbart
Imagen: Max Ernst
THOREAU, Diarios, 21 de Julio de 1851
Imagen: Rubens
Un niño mirando las flores que caen
Con la boca abierta
Es un Buda
Kubuda
Imagen: La casa de las dagas voladoras - Rodaje
Si me preguntases por qué hábito
entre los verdes montes,
reiría en silencio;
mi alma está en calma.
El capullo del duraznero
sigue al agua en movimiento;
hay otro cielo y otra tierra
más allá del mundo de los hombres.
Li Po
Imagen: Giorgio Gallesio
Las nubes están unidas a la tierra y al viento.
Mientras haya nubes sobre Turín
será bella la vida. Levantan la cabeza
y su gran juego crece allá bajo el sol.
Masas blancas, durísimas y el viento que circula
definitivamente azul, las deshace
y las hace grandes velas impregnadas de luz.
Sobre los techos, millares de nubes blancas
lo cubren todo, la multitud, las piedras, el estruendo.
Muchas veces levantándome he visto las nubes
transparentes en el agua lívida de un pozo.
También los árboles unen el cielo a la tierra.
Las ciudades exterminadas son bosques
donde el cielo aparece alto, alto, entre las calles.
Como los árboles viven junto al torrente del Po,
así viven los grupos de casas junto al sol.
También los árboles sufren y mueren bajo las nubes,
el hombre se desangra y muere, pero canta su alegría
entre la tierra y el cielo, la gran maravilla
de las ciudades y de los bosques. Mañana tendré tiempo
de encerrarme y de apretar los dientes. Ahora toda la vida
son las nubes y las plantas y las calles, perdidas en el cielo.
Cesare Pavese
Imagen : Mitch Dobrowner