domingo, 13 de abril de 2008
EL GRITO
"Cuando sentimos que se rompe el cerebro y se quiebra en grito el salmo en la garganta, comenzamos a comprender. Un día averiguamos que en nuestra casa no hay ventanas. Entonces abrimos un gran boquete en la pared y nos escapamos a buscar la luz desnudos, locos y mudos, sin discurso y sin canción." Leon Felipe
viernes, 11 de abril de 2008
Ensayo de desocupación de la esfera
domingo, 6 de abril de 2008
un pulso herido que sonda las cosas del otro lado
POEMA DOBLE DEL LAGO EDEM
_________________________ "Nuestro ganado pace, el viento espira"
----------------------------------------------------------------- Garcilaso
Era mi voz antigua
ignorante de los densos jugos amargos.
La adivino lamiendo mis pies
bajo los frágiles helechos mojados.
¡Ay voz antigua de mi amor,
ay voz de mi verdad,
ay voz de mi abierto costado,
cuando todas las rosas manaban de mi lengua
y el césped no conocía la impasible dentadura del caballo!
Estás aquí bebiendo mi sangre,
bebiendo mi humor de niño pesado,
mientras mis ojos se quiebran en el viento
con el aluminio y las voces de los borrachos.
Déjame pasar la puerta
donde Eva come hormigas
y Adán fecunda peces deslumbrados.
Déjame pasar, hombrecillo de los cuernos,
al bosque de los desperezos
y los alegrísimos saltos.
Yo sé el uso más secreto
que tiene un viejo alfiler oxidado
y sé del horror de unos ojos despiertos
sobre la superficie concreta del plato.
Pero no quiero mundo ni sueño, voz divina,
quiero mi libertad, mi amor humano
en el rincón más oscuro de la brisa que nadie quiera.
¡Mi amor humano!
Esos perros marinos se persiguen
y el viento acecha troncos descuidados.
¡Oh voz antigua, quema con tu lengua
esta voz de hojalata y de talco!
Quiero llorar porque me da la gana
como lloran los niños del último banco,
porque yo no soy un hombre, ni un poeta, ni una hoja,
pero sí un pulso herido que sonda las cosas del otro lado.
Quiero llorar diciendo mi nombre,
rosa, niño y abeto a la orilla de este lago,
para decir mi verdad de hombre de sangre
matando en mí la burla y la sugestión del vocablo.
No, no, yo no pregunto, yo deseo,
voz mía libertada que me lames las manos.
En el laberinto de biombos es mi desnudo el que recibe
la luna de castigo y el reloj encenizado.
Así hablaba yo.
Así hablaba yo cuando Saturno detuvo los trenes
y la bruma y el Sueño y la Muerte me estaban buscando.
Me estaban buscando
allí donde mugen las vacas que tienen patitas de paje
y allí donde flota mi cuerpo entre los equilibrios contrarios.
Federico García Lorca
sábado, 5 de abril de 2008
La Libertad
Krishnamurti: La libertad, señor, es la meta común para todos… ¿admite eso? Si cada ser humano se da cuenta de que la libertad es la meta común, cada uno, al moldearse a sí mismo y al adaptarse a esa meta común, solo puede crear orden.
L.S: ¿Quiere decir que, si vivimos de acuerdo con el ideal de libertad, con el ideal de belleza, al final habremos de llegar todos a la misma meta?
K: Por supuesto, ¿no es así?
L.S: ¡…! ¿Y entonces habrá orden?
K: En la actualidad, usted, yo, y media docena de personas más tenemos cada uno diferentes ideas sobre cuál es la meta final. Pero si nos sentáramos todos y preguntáramos: “¿Cuál es el objetivo supremo para cada uno de nosotros?”, responderíamos que la libertad y la felicidad, todos y cada uno. Entonces, aunque usted trabaje de una manera y yo de otra, realizaríamos cada uno nuestro trabajo en pos de una misma meta. Y necesariamente habría orden.