miércoles, 4 de noviembre de 2015

Nada ocurre dos veces



Nada ocurre dos veces
y no ocurrirá. Por esta razón
nacimos sin práctica
y moriremos sin rutina.

Aunque fuéramos los más torpes
alumnos en la escuela del mundo
no repetiríamos
ningún invierno ni verano.

Ningún día se repetirá,
no hay dos noches parecidas,
dos besos iguales,
ni dos miradas idénticas en los ojos.

Ayer, cuando a mi lado
alguien dijo tu nombre en voz alta,
sentí como si una rosa
cayera por la ventana abierta.

Hoy, estando juntos,
volví la cara hacia la pared.
¿Rosa? ¿Cómo es una rosa?
¿Es una flor? ¿O quizá una piedra?

¿Por qué, mala hora, te mezclas
con el miedo innecesario?
Existes -entonces tienes que pasar.
Vas a pasar- entonces esto es bello.

Sonrientes, tomados de la cintura
buscaremos un acuerdo,
aunque seamos diferentes
como dos gotas de agua pura.

Wislawa Szymborska