"Hoy en día luchar en defensa de nuestra madre tierra y contra las imposiciones de este mundo capitalista y devastador es sinónimo de terrorismo para algunos gobiernos responsables de esta podrida justicia.El pasado día 15 se iba a celebrar en el juzgado de Tolosa un juicio de faltas por una concentración en Beasain contra el Tren de Alta Velocidad, haciéndonos responsables a dos jóvenes acusándonos de un delito de desordenes públicos. Un día antes de la celebración del juicio se nos comunica que este se retrasa.El miércoles 16 nos enteramos que el juicio pasa a manos de la Audiencia Nacional de Madrid con una acusación de TERRORismo argumentando que protestar contra el TAV está dentro de la estrategia de ETA. Esta burrada político-judicial pretende acallar todo tipo de movimiento social en defensa de Amalurra y criminalizar así la voz de todo un pueblo que pide a gritos que pare esta locura de cemento y destrucción.
Queremos decir desde aquí que de esta sucia manera represiva no van a poder callar tantas voces.Que los que causan TERROR en nuestros pueblos son las leyes, proyectos e imposiciones de políticos, empresarios y jueces que para hacer sus negocios y llenarse los bolsillos utilizan el miedo de la represión para acallar todo tipo de oposición.
¿Qué nos queda a los que decidimos defender nuestros montes y valles? ¿Qué les queda a lxs baserritarras que serán expropiadxs y despojadxs de su forma de vida? ¿Qué tipo de vida conoceran nuestrxs hijxs?¿Qué clase de justicia es esta, que a los que aman la tierra condena, y defiende a los que la violan? Sentimos indignación y rabia, pero si vamos a la Audiencia Nacional de Madrid iremos con la cabeza bien alta y la conciencia bien tranquila ya que tenemos claro que el verdadero delito es el TAV. Y animamos a todo el mundo a que siga movilizándose y luchando porque nuestros corazones sienten algo mucho más fuerte que el miedo que nos quieren meter.
BASTA YA DE CRIMINALIZAR A LOS MOVIMIENTOS SOCIALES!Ahora más que nunca paremos el TAV, paremos la maquinaria del capital!"
"En la entrevista publicada el sábado 5 de enero, ETA declaraba: «Si no hubiéramos intervenido en el conflicto de la autovía [de Leitzaran] las instituciones habrían impuesto, con la fuerza de las armas, su proyecto opresor». Conviene recordar que la autovía de Leitzaran finalmente se construyó, alterando sólo cinco kilómetros de un total de casi treinta.No bastó la fuerza de las armas para imponerlo, sino que también fue necesario que un sector de la coordinadora opositora a la infraestructura aceptara el minúsculo cambio en el trazado, para después brindar con champán. Todo ello con la aprobación de ETA.
Como el conflicto de la autovía, a diferencia del de Lemoiz, es algo de lo que casi nadie quiere hablar hoy día, yo creía que se había asumido que las concesiones que hizo la izquierda abertzale entonces, debido al peculiar contexto político de los años 1989-1992, en realidad habían sido un fracaso en el plano ecológico, al margen de ciertos éxitos políticos parciales. Y, sin embargo, ahora nos encontramos con que la claudicación de Leitzaran fue una especie de victoria. ¿Para quién, salvo para las instituciones y para los que después se dedicaron al pacifismo profesional (léase Elkarri)?
Lo dice la última historia publicada sobre ETA: «muchos coinciden en señalar que [el acuerdo de la Autovía] es una victoria política de HB y una derrota ecológica». Lo demás son cuentos. Aprendamos, pues, de aquella lección amarga para no repetir los mismos errores en la lucha contra la mayor infraestructura que amenaza nuestro país: el Tren de Alta Velocidad."
Como el conflicto de la autovía, a diferencia del de Lemoiz, es algo de lo que casi nadie quiere hablar hoy día, yo creía que se había asumido que las concesiones que hizo la izquierda abertzale entonces, debido al peculiar contexto político de los años 1989-1992, en realidad habían sido un fracaso en el plano ecológico, al margen de ciertos éxitos políticos parciales. Y, sin embargo, ahora nos encontramos con que la claudicación de Leitzaran fue una especie de victoria. ¿Para quién, salvo para las instituciones y para los que después se dedicaron al pacifismo profesional (léase Elkarri)?
Lo dice la última historia publicada sobre ETA: «muchos coinciden en señalar que [el acuerdo de la Autovía] es una victoria política de HB y una derrota ecológica». Lo demás son cuentos. Aprendamos, pues, de aquella lección amarga para no repetir los mismos errores en la lucha contra la mayor infraestructura que amenaza nuestro país: el Tren de Alta Velocidad."
Javier Rodriguez Hidalgo, Miembro de la Asamblea anti-TAV.GARA.
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