"Siempre hay una música de arpa eoliana en el aire. Escucho melodiosos coros resonando bajo la bóveda de las altas regiones de la atmósfera, una música que, proveniente del cielo, viene a morir a nuestros oidos ...Cada uno de esos sonidos parece emerger de una meditación profunda, como si la naturaleza hubiera adquirido un carácter y una inteligencia ... Mi corazón se estremece con el ruido del viento en los árboles. Yo, cuya vida estaba ayer tan falta de cohesión, descubro de repente mi fuerza y mi espiritualidad a través de estos ruidos"
THOREAU, Diarios, 21 de Julio de 1851
Imagen: Rubens
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