ARCOS ROMÁNICOS
Dentro de la enorme iglesia románica se apiñaban los turistas en la penumbra.
Bóveda abierta tras bóveda y sin vista de conjunto.
Algunas llamas de cirios aleteaban.
Un ángel sin rostro me abrazó
y susurró por todo el cuerpo:
"!No te avergüences de ser hombre, sé altivo!
Dentro de ti se abre, interminablemente, bóveda tras bóveda.
Nunca estarás completo, y así ha de ser."
Me cegaron las lágrimas,
fui empujado a la piazza que hervía bajo el sol
junto con Mr. y Mrs. Jones, el Señor Tanaka y la Signora Sabatini
y dentro de todos ellos se abría bóveda tras bóveda, interminablemente.
TOMAS TRANSTRÖMER
Imagen: Caspar David Friedrich
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